Lo esencial es invisible a los ojos

jueves, 24 de abril de 2008

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Poema 6

Pablo Neruda

TE recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño: 
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa OTOÑO
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

3 comentarios:

Xaj dijo...

Lindo poema.

Linda imagen... parece algo así cmo un alien negro tribal.

Saluditos.

Jorgelina Mandarina dijo...

Preciosa! Neruda y más Neruda.

Te adoro gnoma de mi alma
sos preciosa!

Jorgelina Mandarina dijo...

Yo
querer
te